En White River, los niños encuentran un lugar al que pertenecer, aprenden cuánto los ama Jesús y cómo llegar a ser más como Él, y descubren maneras en que pueden usar los dones que Dios les ha dado para ayudar a otros y construir el reino de Dios. Los niños adoran, aprenden, juegan, hacen manualidades y se hacen amigos de otros niños de sue edad. Se conectan con Jesús para poder permanecer conectados con Él toda su vida.